Fonoteca Nacional.

La Fonoteca preserva el patrimonio sonoro del país, da a conocer el acervo que resguarda. Realiza actividades académicas, artísticas y culturales. Formenta la cultura de la escucha entre la población y estimula la creación y experimentación artística sonora.

La Fonoteca Nacional ofrece también un programa de actividades artísticas, académicas y culturales en torno al sonido. Como conciertos, exposiciones e instalaciones sonoras, sesiones de escucha dirigida, cursos, talleres y seminarios. En la Fonoteca se puede consultar el archivo sonoro digitalizado que resguarda, una gran base de datos que te permitirá buscar y escuchar la herencia sonora de México. Se escucha música de concierto, música tradicional y mexicana, grabaciones históricas, programas radiofónicos, comerciales, literatura en voz de autores, paisaje sonoro, jazz, música contemporánea y experimental y periodismo sonoro.

En la Fonoteca Nacional estaba una exposición dedicada al rey del mambo. Fue Damaso Pérez Prado el cual nació el 11 de diciembre de 1917, en Matanzas, Cuba, durante mucho tiempo fue un dato que oculto el creador del mambo. México se entusiasmo hasta el delirio con su imaginación musical. Sus primeros discos, hacia 1949, haciendo que la sociedad mexicana sintiera el gusto por el cuerpo propio contoneándose entre los golpes de tumbadoras y onomatopeyas indescifrables. El mambo es la combinación extrema de la música cubana con la orquestación metálica del jazz estadounidense. El mambo también es música de la Ciudad de México donde vio crecer el baile en salones de baile, en casas familiares y las colonias populares vivió el mambo.

Sin embargo también lo que se vio en la Fonoteca es una tablet unida a una bocina en forma de panal en el que podías escuchar el sonido de diferentes aves. Este lugar me gusto mucho, aparte por su estructura y su jardín en el que cuenta con césped y muchas plantas. El lugar es muy agradable para pasar un rato agradable y hasta para ir a hacer un día de campo.